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Y a estas alturas… ¿Quién no trae «equipaje»?

Ser Feliz – Belén Martín

¿Quién no sufre por algún suceso del pasado?

¿O por algo que le está pasando en el presente?

¿Quién no tiene miedos?

¿A quién no le angustia el futuro?

¿Quién no ha tenido una mala experiencia?

¿Quién no siente alguna inseguridad?

¿Quién no tiene días malos?

Si entendemos el “equipaje” por la mochila emocional que “cargamos” absolutamente todos y cada uno de nosotros tenemos una historia vital, una vida presente y unas expectativas de futuro que condicionan nuestra manera de vivir, pensar, sentir y actuar.

Y lo cierto es que nadie nos ha explicado nunca como afrontar el día de día con sus más y sus menos, con sus alegrías y tristezas, con sus dificultades y con sus satisfacciones.

En ocasiones es tan sólo un problema de perspectiva, de falta de conocimientos o de falta de herramientas para gestionar lo que nos acontece. Si estos problemas se acumulan acaban conformando un “equipaje” difícil de llevar: lo que sería vivir se convierte en una lucha de supervivencia diaria y continuada que no nos permite disfrutar ni ser felices.

Como si fueran poco las experiencias complicadas personales de cada uno de nosotros, estamos viviendo una pandemia mundial que conlleva una transgresión de nuestras libertades a todos los niveles. Estas privaciones, aunque sean para prevenir, protegernos y cuidarnos entre todos, nos limitan en todos los contextos y nos provocan la pérdida de contacto personal, familiar y social, la pérdida de actividades laborales y de ocio, la pérdida de roles y de identidad, y un temor totalmente válido que roza la indefensión y el miedo incrontrolado. Todo esto se traduce en dificultades psicológicas y emocionales, y en un pesado “equipaje” cada vez más pesado que llevar…

Pero al final lo importante no es llevar más o menos “equipaje”: es saber como llevarlo. La mayoría de cosas que nos suceden no las elegimos, pero podemos elegir como afrontarlas.

La psicología es la ciencia de las personas, sus emociones, sus pensamientos y sus comportamientos. Es la ciencia que nos ayuda a aprender a gestionar nuestros “equipajes”, y no sólo cuando hay un trastorno o una patología, sino siempre, porque siempre hay algo que “cargar”.

Todos deberíamos considerar ir al psicólogo como un medio para adquirir las herramientas necesarias para afrontar nuestro día a día de manera habitual. Todos deberíamos formarnos en educación emocional con el profesional adecuado para sentirnos acogidos, aceptados, apoyados y, sobretodo, eficaces para alcanzar nuestro bienestar. De esta manera nos acercamos a la tranquilidad y evitamos que los problemas cotidianos se conviertan en una losa: un “equipaje” pesado que nos arrastra al caminar y que, en ocasiones, nos impide avanzar.

El psicólogo (como educador emocional) no debería considerarse un capricho o un privilegio, y desde luego, no se trata de un recurso sólo para las personas que padecen un trastorno mental. Ir al psicólogo es un gesto de autocuidado hacia uno mismo y de cuidado hacia las personas que nos rodean.

Ojalá todos tuviéramos un psicólogo para ayudarnos a caminar nuestro camino con serenidad.

Ojalá todos pudiéramos disfrutar de la vida con “equipaje” incluido.

Si te interesan nuestros servicios, no dudes en contactar con nosotros.

Belén Martín.

Canal Youtube

Te ayudamos a encontrar tu camino

Ser Feliz – Belén Martín

En ocasiones nos sentimos perdidos.

Nos encontramos con situaciones en las que sufrimos y que no sabemos resolver.

Es normal puesto que nadie nos ha enseñado a «vivir».

En SER FELIZ – BELÉN MARTÍN queremos ayudarte a conocerte mejor, conocer como funcionas tú y las personas de tu alrededor para que, finalmente, encuentres un lugar en el que el bienestar y la felicidad sean la base de tu vida.

Te ofrecemos talleres de educación emocional y comunicación eficaz, intervención familiar y de pareja, y terapia psicológica, tanto en formato presencial en Mallorca como online desde cualquier parte del mundo.

Pide tu cita en el 681 372 373 (Belén Martín).

Comunicación eficaz

13. ¿Pensar en negativo o en positivo?

Nuestra corriente de pensamiento tiene un tema estrella en el que invertimos mucho tiempo y esfuerzo. Este tema recurrente es nuestro propio comportamiento (lo que nos sucede cada día y lo que hacemos al respecto).

Nos preocupa mucho nuestro comportamiento principalmente porque nos ayuda a interpretarnos a nosotros mismos, la imagen que damos a los demás y sentir que lo que hacemos está bien.

Hay dos factores que influyen en gran medida en como hablamos con nosotros mismos sobre nosotros mismos:

  • El primero de ellos es que en nuestra sociedad está popularizada la comunicación en negativo, centrada en el error y la crítica. Esto se da por aprendizaje desde las edades más tempranas, en las que se tiende a reñir a los más pequeños cuando su conducta no es la deseada, pero no se explica con claridad y paciencia la conducta deseada ni se premia cuando se realiza (se da por supuesto que cuando se hace bien es lo que se tiene que hacer). Por ello la tendencia es a fijarnos en las conductas erróneas o lo que hacemos mal, porque lo hemos interiorizado a través de la repetición como hábito, y esto se traduce en que la comunicación con nosotros mismos está protagonizada por lo que consideramos nuestros errores, lo que hacemos mal o lo criticable, sin dedicar apenas tiempo o esfuerzo a lo que hacemos bien, nuestros aciertos o nuestras conductas adecuadas. Una pauta que nos puede ayudar a mejorar la comunicación con nosotros mismos consiste en ser realistas: expresar los mensajes sobre nuestras conductas equivocadas, erróneas o criticables pero también expresarnos nuestras conductas adecuadas, correctas y dignas de alabanza, equilibrando de esta manera las huellas emocionales positivas y negativas que generamos en nuestro cerebro sobre nosotros mismos.
  • El segundo factor que influye notablemente en como nos comunicamos con nosotros mismos es la dificultad para afrontar la frustración cuando nos equivocamos. Procesar los errores como un estigma y asociarlos a nosotros mismos nos perjudica en gran medida, ya que no nos permite procesar el concepto de error como algo inevitable, normal y fuente de muchos de los aprendizajes necesarios para la vida cotidiana. Si no nos equivocamos no podemos aprender. Una pauta que nos ayuda al respecto sería aceptar el error y las equivocaciones, y dedicar el tiempo proporcional al pensamiento sobre las situaciones negativas que nos rodean y equilibrarlo con las positivas (que son la mayoría, y no estamos acostumbrados a focalizar y son tan o más importantes que las negativas, sobretodo a nivel emocional y motivacional).

Como reflexión y pauta final podemos intentar vivir los errores como una fuente natural de aprendizaje, maximizar el tiempo y la intensidad de los pensamientos en positivo sobre uno mismo, y generalizar este comportamiento a los pensamientos sobre los demás y sobre el mundo que nos rodea. A ser posible deberíamos intentar redirigir las conversaciones (que hoy en día son la gran mayoría) sobre lo que va mal, las dificultades, la crítica indiscriminada y lo negativo, hacia una perspectiva más positiva, de manera que generemos huellas de memoria positivas tanto en nosotros mismos como con los demás, y además permitirnos apreciar las pequeñas (y grandes) cosas, situaciones y personas maravillosas que nos rodean. Esto permite tener más buenas sensaciones y más energía a lo largo del día, e irnos a descansar por la noche con mayor bienestar, acercándonos al objetivo final de SER un poquito más FELICES.

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¡Muchas gracias y que hagas un buen día!